Aquí estamos de nuevo, nuestro primer viaje en el 2001, como ya hiciéramos el año pasado con nuestro viaje a Lisboa, en enero quisimos hacer uno mas cerquita, lo teníamos preparado hace tiempo, así que nos decidimos ir a conocer Gibraltar. Para ello, como siempre, el día anterior nos hicimos una guía e itinerarios de viaje y pillamos un hotelito a última hora.
Salimos muy tarde, puesto que me presente a las 20:00 horas en casa de Natalia, caída la noche salimos directos a La Línea, con la luz de dentro del coche encendida mientras Natalia leía en voz alta todo lo que haríamos al día siguiente. Llegamos a las 12 en punto, y justo en frente del hotel había un Kebak, así que nos pillamos un par de ellos para llevar y cenamos en el hotel, justo después caíamos rendidos en la cama.
Gibraltar es un enorme peñón de piedra caliza, situado en la entrada occidental del Mediterráneo. Los 5km de peñón contienen 143 cuevas, más de 48km de carreteras y muchas millas de túneles. El punto más alto del Peñón se sitúa a 426m sobre el nivel del mar. Gibraltar ha dado su nombre a la Bahía y al Estrecho que lo rodean. España se encuentra al norte y oeste de Gibraltar, y Marruecos está a 26km (16 millas) al sur.
Es un territorio dependiente de Reino Unido, ubicado en el sur de España, con el estatus de Territorio Británico de Ultramar. En el siglo XV, la zona pertenecía a la Corona de Castilla; sin embargo, en 1704 fue ocupado por la escuadra angloholandesa en apoyo a Carlos III, durante la Guerra de Sucesión Española, y fue cedido posteriormente a la Corona Británica por el Tratado de Utrecht. Actualmente tiene unos 30.000 habitantes.

Nos levantamos tempranito, a las 8 o así ya estábamos en pie, eso sí, después de engañar a Natalia y decirle que eran las 10 de la mañana. Desayunamos en una cafetería enfrente del Hotel, y nos pusimos rumbo al hotel, eso sí, después de que nos clavaran 18 euros en el parking al lado del Hotel. Encontramos no muy lejos de la frontera una zona de aparcamientos que no era zona azul, y así que en unos 5 minutos andando estábamos ya en la frontera. Había dos controles policiales, uno español y otro gibraltareño, pero con solo enseñar el DNI y de pasada ya te dejaban entrar, y justo al salir pedimos un mapa de la roca en una oficina que había allí donde te informaban acerca de los taxis. Así que ya lo teníamos todo!
Lo primero que te encuentras al pasar la aduana es el aeropuerto, había un frío que pelaba y se estaba empezando a levantar tela de viento. El Castillo de Gibraltar es uno de los primeros lugares que veremos al entrar en Gibraltar, es la única estructura que queda de la parte original, y solamente tenemos que caminar durante unos minutos para llegar a Casemates Square que está considerado como el centro de entretenimiento de Gibraltar, hay casi 60 empresas en la plaza, desde bares y restaurantes, a tiendas de regalos y quioscos. Aquí contemplamos cómo hacen verdaderas obras de arte en la fábrica de cristal, eso sí, muy caro, pero por tener, tenían hasta accesorios para las pulsera Pandora, a 36 euros...

Saliendo de la plaza nos dirigimos a Main Street, que es el sitio oficial para hacer las compras, y al ser Gibraltar un sitio exento de impuestos, podemos encontrar algunas cosas interesantes a muy buen precio, aunque lo más atractivo es el tabaco (solamente está permitido sacar un cartón por persona), el alcohol y los perfumes. Aunque el resto de las cosas están al mismo precio que en España, y los bares y restaurantes son caros. Recuerdo que leí por internet se podía pagar en euros, pero que el cambio te lo daban en libras, así que aconsejaban pagar con tarjeta de crédito. No se si será porque no compramos tantísimo, pero después de llevar casi todo el dinero en la tarjeta de crédito, en casi ningún lado tenían para cobrar con tarjeta... y del cambio, solo en un sitio nos lo dieron en libras, así que no se si merece mas la pena cambiar el dinero que te vayas a gastar a la entrada o no.
La mayoría de las tiendas cerraban a medio día por ser sábado, incluso algunas, como casi todas las de perfumería cerraban, puesto que los dueños eran judíos. El idioma oficial es el inglés, aunque casi todos los llanitos (como llaman a los gibraltareños) hablan un perfecto andaluz, y es curioso como los oyes hablar con un inglés natal, y cuando les preguntas algo te responden del tipo: "Po zí quillo, coje la zegunda rotonda a la deresha y allí mizmito lo tiene".
Estuvimos también en La Gran Sinagoga de Gibraltar, que tiene una gran comunidad judía. Data de 1724, y es una de las más antiguas de la Península Ibérica, pero no pudimos entrar puesto que estaban todos saliendo y cerraron las puertas.
Estuvimos en el Museo de Gibraltar, donde vimos una réplica del Cráneo del Hombre de Gibraltar, el primer cráneo neandertal encontrado en Europa (1848), así como utensilios y ornamentos de los cavernícolas que solían habitar en las cuevas del Peñón. El museo cuenta además con exposiciones de las diferentes civilizaciones que han constituido la historia del Peñón (fenicios, griegos, romanos, árabes, españoles y británicos); una extensa colección de grabados y litografías; un conjunto de armas que datan de 1727 hasta el 1800; un modelo a gran escala del Peñón hecho en 1865; y muestras de la fauna y flora de la zona. El museo se construyó sobre una casa de Baños Árabes del siglo XIV, uno de los mejores conservados de Europa.
Por estas calles también nos encontramos con The Convent, la residencia del gobernador de Gibraltar y donde el cambio de guardia tiene lugar varias veces al día y resulta bastante interesante para ver, aunque nosotros nos lo perdimos, no se si sería porque era sábado.
La residencia oficial del Gobernador de Gibraltar desde 1728 y se le conoce como el Convento, ya que originalmente fue convento de frailes franciscanos, que lo habitaron desde 1531. La conocida como Ballroom, donde periódicamente se celebran conciertos de música clásica, está formado por la nave de la capilla. Al lado está la capilla en sí. La Capilla del Rey forma parte original del convento, donde están enterrados dos ex gobernadores. Este edificio está abierto al público durante todo el día, aunque por ser sábado, supongo, tampoco pudimos visitarlo.
Aprovechamos y nos metimos en una típica taberna inglesa para degustar la cerveza, allí seguimos planeando el itinerario que seguiríamos el resto del día. Nos decidimos a ir a ver la catedral detenidamente para después irnos a ver los monos, dejamos para el final del día el punto de Europa.

Por estas calles puedes apreciar las
cabinas de telefono rojas típicas de allí, los
buzones, las
papeleras, multiples plazas y
estatuas de recuerdo a los valientes de Gibraltar,
cañones a diestro y siniestro, la iglesia, la catedral, sinagogas,.... (todo dentro de un complejo amurallado).
En Main Street se alza la
Catedral de Santa María la Coronada, construida en el antiguo lugar de la mezquita. Durante el gran asedio que sufrió la Roca tuvo graves daños, sin embargo, hoy se pueden contemplar muchas de las estructuras originales. Y a partir de este punto nos dio por subir cuestas que nos dejaría agujetas para toda la semana...
De ahí nos fuimos a comer, viendo la clavada que nos dieron por las cerevezas y después de ojear algunas cartas, decidimos ir al Burguer King,.... en buena hora.... mas de 20 euros por dos menús y sin postre... Justo después continuamos con nuestro itinerario y terminar Main Street.
En la parte superior de Main Street, más allá de la Puerta de Southport, se halla el Cementerio de Trafalgar, que alberga a los soldados fallecidos en la batalla del mismo nombre. Lleno de colorido verde, al más fiel estilo inglés. Es bonito en general, adornado por los arbóles y las retamas que tiene, y te introduce un poco en aquella época, pequeñito, pero bonito y curioso, al tener todas las tumbas desperdigadas y desordenadas y situarse en el centro de la ciudad. Mas tarde a lo largo del día ya vimos el cementerio actual