Marchitas varias de enero

Y como no todo son viajes, tambien tuvimos hueco en enero para salir de fiesta, botellón en el chochito, fiesta en casa de Ana y salir de copas.

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Bueno, pues este mes fuimos a ver avatar en 3D al cine, la verdad que es un pasón verla con las gafas y con esa profundidad, nos encanto la película y nos pusimos púos de comer en las 3 horas y pico que dura, pero salimos bastante contentos. Solemos ir mucho al cine, pero tratándose de la película mas taquillera de la historia y que me he currao este montajillo, pos aquí va, para el blog!.

Viaje a Lisboa (Portugal) 1ª Parte

Pues después de organizar mil viajes, al fin nos decidimos hacer el primero en plan cultural, estábamos entre una casa rural, el Cabo San Vicente o Lisboa, así que Lisboa!. Salimos el viernes a las 5 de la tarde, y con el tom tom (de los cojones) nos pusimos rumbo a la capital portuguesa.

Lo teníamos todo planeado, un itinerario bestial en el que apenas nos quedaba tiempo para descansar, pero si queríamos aprovecha el tiempo no quedaba otra.

Primer Día: Viernes 22 de enero de 2010
"La Baixa"

Llegamos al hotel, duchita, deshicimos las maletas y a conocer Lisboa!!!! Era de noche cuando salimos, serían sobre las 9 mas o menos, las 8 portuguesas,p ero estábamos decididos a llevar a cabo nuestro planing a raja tabla.

Empezamos por el barrio de La Baixa, el barrio más céntrico e importante de Lisboa, donde se concentran las plazas mas importantes de la capital portuguesa. Llegamos a la Plaza Figueira, con unas pintorescas casas abuhardilladas, donde se podía ver perfectamente aún de noche unas estupendas vistas al Castillo de San Jorge. Desde ahí nos dirigimos a la Plaza del Rossio, donde se encontraba el Teatro Nacional, precioso por cierto, ésta plaza es uno de los lugares con mas vida de Lisboa, y se notaba, pues había cantidad de gente joven tomando café y cervezas por las calles. En esta plaza se encontraba el famoso Café Nicola, abarrotado de gente.

Luego nos fuimos a la Plaza Restauradores, una inmensa plaza con un gran obelisco en el medio, ahí se encontraba también el Hotel Edén, muy bonito y con unas palmeras en el exterior. Ahí fue cuando saque la cámara de fotos para hacerle fotos al hotel y al obelisco, cuando la cámara no me funcionaba.... Empezamos bien el viaje, la cámara de fotos no funciona....

Por más que Natalia intentaba quitarle importancia mi cabreo era monumental, cuando de repente vi enfrente de la plaza el Hard Rock Café, nunca había estado en ninguno así que me hacía muchísima ilusión, y fuimos corriendo hacia allí. Nos tomamos unos cockteles con el loco del camarero (que se puede apreciar en la foto superior), y una vez allí ya mas tranquilo empecé a trastear la cámara hasta que conseguí que volviera a funcionar.

De ahí salimos directamente a cenar, hacia la Casa do Alentejo (arriba la foto de la entrada), es algo verdaderamente impresionante, se encuentra en la Plaza del Rossio, es una fachada muy estropeada que da la impresión de ser un edificio abandonado, pero una vez que cruzas la puerta te quedas boquiabierto, es precioso. Se trata de una casa del siglo XVII enorme con un patio central que hace funciones de centro cultural, y allí se encuentra un restaurante muy famoso, donde cenamos.

Después de cenar cojimos la Avenida Liberdade (la más majestuosa de la ciudad) hacia arriba parra llegar a la Plaza Marqués de Pombal, donde comienza la nueva Lisboa.

2º Día: Sábado 22 de enero de 2010
"Castillo, Alfama, Parque de las naciones, Chiado y Barrio alto"

Nada mas levantarnos y ducharnos nos fuimos al buffet libre del hotel, nos pusimos púos, y de ahí a la calle a seguir con los planes, que el sábado se presenta movidito, había muchísimo que ver en muy poco tiempo.

Empezamos comprando la tarjeta 7 colinas, que nos daba acceso gratuito a todos los transportes de Lisboa y solamente valía unos 4 euros. Cogimos el tranvía 28, es un tranvía de madera que nos traslada otra época cuya campana no para de repiquetear.

El tranvía nos dejo en casi las mismas puertas del castillo, en Largos das portas do Sol, con un mirador estupendo donde se puede observar al completo los barrios antiguos y pintorescos de la Mouraria y la Alfama, éste último un barrio de pescadores con unas callejuelas muy estrechas.

Desde ahí subimos hacia las puertas del Castillo de San Jorge, uno de los monumentos mas conocidos de la ciudad, se encuentra en el barrio de La Alfama, la zona mas alta de Lisboa, y construido en el siglo V por los visigodos.

El interior del castillo era precioso, lleno de cañones, con sus murallas y sus recobecos, con unas vistas a toda Lisboa y donde se observan las plazas en todo su esplendor. Tiene muchísimas estatuas en el interior, con accesos a lo alto de sus murallas y muchos jardines. Allí echamos el resto de la mañana, visitamos un par de museos que tenía dentro y nos perdimos por los alrededores que eran totalmente afrodisíacos.

Del castillo y después de que nos perdiéramos por La Alfama debido a la buenísima orientación de Natalia pusimos rumbo hacia el Parque de Las Naciones. Ésta vez cogimos el metro, nos sorprendió la limpieza y las paredes pintadas de las estaciones, es una auténtica maravilla como lo tienen cuidado, y llegamos en un momento a la Estación de Oriente (foto de abajo), muy moderna y obra del español Santiago Calatrava, con una cubierta arborescente de vidrio y acero con gran luminosidad, y donde se encuentra las estaciones de metro, ferrocarril y autobuses.

El Parque de las Naciones es un lugar de ocio actualmente, pero originalmente es donde tuvo lugar la Exposición Universal de 1998 de Lisboa. Aquí se encuentra la Torre Vasco de Gama, un excelente mirador donde se observa a la perfección el Puente Vasco de Gama, que con sus casi 18 Km. de largo es el puente mas largo de Europa.

Lo primero que hicimos fue pasarnos por el Oceanográfico, sin dejar de mirar el Casino de Lisboa. El oceanográfico de Lisboa es el 2º mas grande de Europa, se encuentra flotando en el agua al que se accede mediante unas plataformas flotantes, alberga mas de 15.000 seres vivos y 450 especies diferentes.

Allí lo pasamos en grande observando los tiburones, rayas, mantas, pingüinos, y sobre todo, con un colosal Pez Luna que había, que nos traía locos para sacarle una foto, puesto que siempre iba en dirección contraria hacia donde nosotros íbamos. Vimos también un par de castores, eran tronchantes como se movían y como jugaban, apetecía cogerlos y llevártelos a casa para meterlos en la bañera.

Una vez terminada la visita nos montamos en el telesférico, que nos brindaba unas vistas increíbles de todo el Parque de las Naciones y de lo que fue la Expo de Lisboa.

Volvimos a coger el metro y como se nos había hecho muy tarde con la visita al castillo, fuimos al hotel a descansar un ratito y vestirnos, dejando para por la noche lo que nos tocaba ver por la tarde. Una vez aseados pero no descansados, salimos hacia El Chiado, barrio muy elegante y bohemio, donde estuvimos en la calle Carmo viendo la Iglesia do Carmo, que no fue reconstruida tras el terremoto de Lisboa y el incendio para recordar aquellos momentos. Estuvimos en el famoso Café A Brasileira (foto de arriba), donde nos hicimos unas fotos con la estatua del famoso escritor Fernando Pessoa. Allí coincidimos con un personaje de los buenos, que se quejaba del Hotel Richt y quería patear el hígado a su choffer porque le había pitado, también nos quiso invitar a un par de copas, que esquivamos como pudimos, aunque yo de buena gana me hubiera quedado, jejeje. De ahí huimos hacia la calle Garret, donde ya nos paramos a cenar en la famosa Cervecería Da Trindade, que era un antiguo convento muy bonito donde he probado el mousse de chocolate mas rico del mundo (foto de abajo).

Una vez cenados, decidimos terminar la jornada visitando el Barrio Alto, al que llegamos por la Rua Misericordia, es un barrio con gran cantidad de bares y restaurantes, quizás, junto con la Alfama, el mejor barrio para escuchar fados en directo. Nos metimos en el Pavilhao Chinés, recomendado por mi madre, donde casi nos volvemos locos, es un pub cargadísimo de estatuillas y monigotes de guerras, una colección increíble repartida por sus 6 salones, hasta del techo colgaban aviones y muñegotes en paracaídas. Nos tomamos unas copas y nos reímos bastante viendo como "reservaban" las mesas para echar a algunos clientes.

Viaje a Lisboa (Portugal) 2ª Parte

Tercer Día: Viernes 22 de enero de 2010
"Elevador, P. Comercio y Belem"

Como la noche anterior cogimos el Elevador de Santa Justa cerrado, pues decidimos hacerlo el dominguito por la mañana. Fue muy curioso, porque buscándolo nos recorrimos todas las plazas de Lisboa vistas en el fin de semana, y parecía que éramos de allí, puesto que plaza, calle o monumento que veíamos decíamos: !mira, el no se que!.

Al llegar al elevador nos montamos en él, une la Baixa con el Barrio Alto, y esta abierto desde 1902 que se inahuguró. Con 45 metros de altura tiene unas vistas estupendas desde lo alto, y una vez arriba comprobamos lo ligero que llegamos al barrio alto, puesto que nos dejo justo detrás de la Iglesia do Carmo (foto de abajo). Una curiosidad que nos llamo la atención fue que el elevador admitía 20 personas para subir, pero solo 15 personas para bajar.

Y ya que estábamos puestos, nos dirigimos hacia la Plaza del Comercio, la plaza más importante de Lisboa, pero que estaba cerrada en obras, aunque eso sí, nos la sabíamos de memoria, ya que desde el Elevador de Santa Justa, el Castillo, el Mirador de la Alfama y de no se cuantos sitios más la habíamos observado con detenimiento. En la foto de abajo podemos ver el Arco Triunfal de Rua Augusta, y a lo lejos, puesto que no podíamos entrar vimos la Estatua ecuestre de José I.

Y nos pusimos rumbo a Belem, ésta vez ya en el coche con el tom tom de los huevos que nos cogió la policía porque había unas calles cortadas que no aparecían en el dichoso aparatito, y ya nos indico como llegar. Belem es el barrio donde partieron los famosos exploradores portugueses, tiene muchas joyas arquitectónicas, las cuales no nos perdimos ni una sola. Fue llegar y aparcar a la primera.

Lo primero que hicimos fue visitar el Monasterio de los Jerónimos, tuvimos la suerte que al ser Domingo la entrada al claustro era gratuita, y nos tragamos los museos que albergaba el Monasterio. Era todo precioso, increíble, la Iglesia y el Claustro, una auténtica joya como nos decían las guías que llevábamos. En el año 83 fue declarado Patrimonio de la Humanidad, se construyo entre los siglos XV y XVI, de estilo manuelino se creo para recibir a Vasco de Gama cuando regreso de la India.
La iglesia era otra preciosidad, en la que destacan 6 columnas perfectamente talladas que parecen no tener fin y las tumbas de Vasco de Gama y Luís de Camoes (foto de arriba).

Luego tocaba comer, nos perdimos por el barrio de los restaurantes, donde comimos de lujo, destacar el camarero con mujer gaditana que no paraba de cachondearse del personal y que nos atendió de maravilla.

Después del cafelito nos fuimos a ver el Monumento a los Descrubrimientos, de 52 metros de altura y terminado en los años 60, que debo reconocer que en fotos antes del viaje no me llamo la atención, pero una vez allí era colosal y me gusto muchísimo. Allí empezamos a hacernos fotos chorras y nos hartamos de reír. Hacía un tiempo espléndido y había mucha gente paseando, entraban ganas de ponerse a la vera del monumento mirando al río y ponerse allí a descansar y tomar el sol, pero nos quedaba todavía un poco para terminar el plan de viaje.

Y nos pusimos camino a la Torre de Belem, lo que más ganas tenía de ver de Lisboa, de estilo manuelino y terminada en el 1519. Ubicada en la desembocadura del Tajo inicialmente sirvió para la defensa de la ciudad, aunque ha pasado por cárcel, vivienda de reyes, faro,.... tiene una historia muy interesante. Nos adentramos en la torre y por dentro era aún mas maravilla, no por el contenido, sino por su primera planta, que era una auténtica maravilla, un placer para los ojos.

Luego subimos escaleras arriba del todo, liándola en esa escalera de caracol tan estrecha que nos cruzábamos con gente y solo podía pasar uno. Desde arriba también tenía una vista estupenda. Por dentro, las habitaciones eran amplias, mucha con chimeneas, y también muchos cañones. Mereció mucho la pena pagar para subir a verla, porque era de una hermosura impresionante.

Cuando se suponía que se terminaba la visita, observamos que arriba del monumento a los descubrimientos había gente, y como no, nosotros allí los primeros! jajaja. Una vez arriba la vista que se tenía era indescriptible, ya no solo por la altura, sino por la cantidad de cosas que se veían. Tenias a vista de pájaro el Puente de 25 de abril, el 2º puente colgante mas grande de Europa, la Torre de Belem, todo el Monasterio de los Jerónimos, los barrios del oeste de la ciudad, el mosaico de mármol del monumento de los descubrimientos a modo de rosa de los vientos, el estadio del Benfica, una panorámica digna de ver la verdad.

Una vez que bajamos nos dirigimos hacia el coche para volver a casa, reventados del fin de semana y de los pateos tan grandes que nos dimos, pero llenos de orgullo y satisfacción de haber cumplido nuestras expectativas del viaje, de haber visto todo lo que nos propusimos ver en un principio, y sobre todo de haberlo pasado de putísima madre juntos.

Pero..... al montarnos en el coche recordamos que no habíamos comprado los famosos pastelitos de la Antigua Fábrica, así que fuimos a hacer cola para degustarlos, y la verdad, estaban riquísimos!!!! Compramos varios paquetes para regalarlos y uno para comerlo por el camino. Y poco mas, pedazo de viaje y esperemos que haya muchos mas, al menos igual de buenos que este.