Sábado, 30 de octubre de 2010
"Llegada a Fuenteheridos"
Fin de Semana en la Sierra de Huelva. Era el cumpleaños de Luz y nos invito a su casa de Fuenteheridos, un pequeño pueblo de la Sierra de Huelva de 600 habitantes, así que hicimos las maletas y nos fuimos para allá todo el fin de semana. Salimos Lui y yo desde Ayamonte con el coche lleno de chucherías a Huelva a buscar a Natalia, allí compramos las botellas y rumbo a la sierra.
Después de un camino ajetreado y con mucha niebla, puesto que el tiempo estaba fatal llegamos a su casa. Una vieja casa típica de la sierra muy acogedora, con su chimenea, todo muy prometedor. Al llegar dejamos las cosas en los dormitorios y nos fuimos a un bar a beber vinito con los amigos de Luz, donde también se encontraba el Nota. Fuimos a la Plaza del Coso, presidida por una cruz de mármol realizada en 1972 a partir de materiales de las canteras de Fuenteheridos, y que era el centro del pueblo, rodeada de bares y tascas típicas de la zona.
Estuvimos un rato en aquel bar y de ahí nos fuimos a cenar a un restaurante. El sitio era muy bonito, y de la comida que decir, !exquisito!. Nos estuvieron comentando que era la época de las setas, y allí había muchas
tanas, por lo que todas las especialidades que cenamos eran con tanas, y estaban de miedo!!!
Después de cenar nos fuimos a otros bares del pueblo ya de copas. Había un ambiente muy agradable y familiar, donde todo el mundo se conocía, respirando un buen rollo increíble. Estábamos como en casa, los amigos de Luz super buena gente todos, y lo pasamos genial. Ya de madrugada volvimos a la casa, que estaba muy calentita, ya que la chimenea la dejamos encendida, así que nos tomamos una última copa allí y a dormir. Aunque con los gatos que tenía allí Luz me dio un ataque de alergia de campeonato...
Domingo, 31 de octubre de 2010
"Cumpleaños de Luz"
A la mañana siguiente nos despertamos y fuimos a desayunar a un bar del pueblo; ahí pudimos observarlo bien, puesto que el día anterior llegamos de noche. En la Plaza del Coso se encontraba la Fuente de los doce caños, convertida en lugar de nacimiento del pequeño Río Múrtigas, de ella manan diariamente dos millones de litros de agua que son aprovechadas para el riego de huertas y abastecimiento del pueblo.
Después del desayuno nos acercamos a Aracena para ir a la farmacia de guardia a comprar medicinas para la alergia, y de ahí a casa de Luz. Empezamos a hacer migas, preparar tanas y con la barbacoa, mientras iban llegando todos los amigos de Luz. También se acercaron Blas y Lui "madre".
El cumpleaños estuvo genial, nos hartamos de comer y de beber, primero al sol en la terraza, y después en el salón en la chimenea, ya que fuera empezó a chispear y a refrescar un poco. Lui preparo un tarta para Luz con su nombre que estaba riquísima, que junto con el vinito que había preparado para la ocasión remato la faena, aunque poco después empezamos con el cubateo y a charlar ya sin parar.
A media tarde salimos todos al pueblo a tomar un cafelito, que al rato se convirtió en copas, y allí estuvimos sin parar de cascar lo que quedaba de tarde. Cuando entro bien la noche volvimos a casa de Luz, que seguimos con las copas mientras venían poco a poco el resto de los amigos. A las 12 o así de la noche empezamos a comer lo que había sobrado de la barbacoa, nos pusimos púos de nuevo, entre las copas y la comida terminamos todos reventados.
De madrugada ya Luz salio con los amigos al Pub del pueblo, mientras que Lui, Natalia y yo nos quedamos en la casa a descansar un rato con una copita tranquilitos a la vera de la chimenea para irnos a la cama poco después, ya que estábamos reventaditos de no parar en dos días, y aún quedaba el lunes.
Lunes, 1 de noviembre de 2010
"Mirador de Alájar y Peña Arias Montano"
El lunes nos levantamos con el espíritu descubridor, así que fuimos a desayunar a la plaza y a hacer planes para visitar varios sitios. Durante el desayuno vino Antonio y su mujer, los padres de Luz, que estuvieron tomando una cerveza con nosotros junto al resto de amigos. Del café pasamos a las cervezas, y Nata y yo aprovechamos para ir a los puestos que había en la plaza para llevarnos algo de recuerdo, al final nos decidimos por unas calabazas que tenían para adornar que eran muy chulas.
Natalia y yo decidimos ir a comer al restaurante donde cenamos el sábado, que nos había encantado y nos apetecía repetir. Aprovechando también para dar una vuelta por el pueblo y conocerlo un poco mas, que era precioso.
Y como nos gusto tanto, pedimos exactamente lo mismo que la última vez. De allí volvimos al bar donde horas atrás habíamos dejado a este gente, que aún seguían allí, pero con mas cervezas en todo lo alto y a las 4 de la tarde. Pero de ahí fuimos a hacer las maletas y empezar nuestra ruta, que en un principio teníamos pensado ir a coger castañas al campo, pero se nos echo el tiempo encima, así que eso lo dejamos para otro día.
Pero antes de irnos nos pasamos por casa de unos amigos de Luz para comprarles tanas, ya que estaban riquísimas, y quisimos llevarnos algunas para hacerlas en casa y llevárselas a nuestros padres. Por el camino fuimos a la parte alta del pueblo, con unas vistas maravillosas y unas calles y casas típicas de la sierra, que nos encanto. Hasta que llegamos a casa de el amigo de luz, que por lo visto se dedicaba a recoger setas para luego venderlas en los bares y restaurantes de la zona.
Finalmente salimos hacia nuestra ruta, carretera de la sierra hacia el norte. Por el camino vimos muchísima gente a la vera de la carretera cogiendo castañas del suelo, que mas que nada era un pasatiempo; había también otros tantos dentro de las fincas robándolas, pero aquello parecía algo muy familiar, ya que eran familias enteras las que se acercaban a la zona repletas de bolsas.
Paramos en un mirador por el camino donde podía observarse toda la sierra, incluso se llegaba a ver Huelva capital, pero sobre todo una vista maravillosa de Alájar. Allí nos encontramos a Tomás y su mujer, que iban con el niño y el padre de ella a coger castañas, venían con los bolsillos y los pantalones llenos de castañas.
Y llegamos a la Peña Arias Montano, alzada sobre la localidad serrana de Alájar como un monumento cargado de simbolismo, magia e historia. Desde el Paleolítico estuvo habitada por diversos pueblos primitivos atraídos por la riqueza de sus manantiales y por su elevada posición estratégica. Fue lugar de retiro para eremitas y anacoretas. En el siglo XVI, el teólogo Benito Arias Montano le dio su actual nombre al elegirla como residencia para meditación y estudio.
Yo ya había estado con la moto por la peña, pero para Natalia era la primera vez. Es preciosa, con un encanto y una magia especial, un sitio muy bonito y tranquilo en el que siempre hay gente visitándola.
Nosotros nada mas llegar nos fuimos directos a la portada almohadillada, situada delante de la Ermita y que consta de dos semicolumnas y un arco, además de las mochetas en derrame y unos arranques de muros a modo de contrafuertes. Carece de referencia histórica, sin embargo su filiación está muy clara dentro de la Arquitectura Renacentista. Allí nos hicimos una gran sesión de fotos, sobre todo las niñas, ya que es la típica fotografía de la peña, con unas vistas maravillosas. También compramos castañas, puesto que se encontraba mucha gente vendiéndolas en unos puestecillos junto con otros enseres.
De ahí nos fuimos visitar la Ermita, el monumento más importante de la peña. Es una pequeña ermita consagrada a Nuestra Señora de los Ángeles. La ermita corona el monte y fue levantada a partir de un pequeño templo medieval al que se han ido adosando sucesivas ampliaciones desde el siglo XVI hasta la actualidad. La imagen titular goza de una gran devoción en la comarca de la Sierra de Aracena, de la que dan fe los cientos de exvotos ofrecidos en agradecimiento durante su romería.
Luego nos fuimos a tomar un café con unos dulces que habíamos comprado en Fuenteheridos. La anécdota la dio un Gran Danés que apareció abandonado, del que Luz y yo quedamos prendados, lo seguimos y le dimos de comer, haciendo planes para llevárnoslo a casa, porque era precioso y estaba delgadísimo y abandonado.
En la peña hay un arco donde se puede leer: "Si quieres que tu dolor se convierta en alegría, no pasaras pecador sin alabar a María". Cuenta la leyenda que los enamorados tienen que pasar debajo del arco para que sean felices de por vida.
En resumen, un fin de semana de escándalo, muy completo y rodeado de amigos, donde no falto de nada, y que el año que viene queremos repetir sin duda.